Quizás la primera sorprendida fue la propia protagonista de un hecho que por su trascendencia cobra ribetes de histórico. Se trata de la primera mujer panameña que trajo al terruño una medalla conquistada durante una competición a nivel mundial.

La doctora Edilia Camargo lanzó un reto al paso de los años y cuando había cumplido 66 se empeñó en darle un vuelco a sus costumbres y entrenó de una manera sistemática y sobre todo dotada de mucha voluntad y lo hizo con el objetivo de intervenir en el Maratón Internacional de la Ciudad de Panamá.

Aquel fue el punto de partida para que posteriormente se agenciara una medalla de bronce corriendo en la categoría Master la prueba de maratón durante los XV Juegos Mundiales efectuados en Carolina, Puerto Rico.

Esa medalla en una competición de rango mundial hechizó para siempre a esta mujer de menuda constitución física y corazón de gigante. A partir del momento en que tocó a la gloria, gracias a la fuerza de sus piernas y una entrega total a las carreras de largo aliento, todo cambió para ella porque los entrenamientos se extendieron a seis días a la semana con intensas cargas que le representaban correr decenas de kilómetros en cada jornada, que en ocasiones se extendían a más de cinco horas.

Se ha relatado que la doctora Camargo ha dicho que hubo en su vida eventos determinantes que la marcaron. De una forma u otra, todos estuvieron relacionados con su dedicación a los estudios, su deseo de superación y una perseverancia inaudita, tanto en su vida profesional como en su afición: correr.

Esta graduada de Filosofía en la Universidad de Panamá, se trazó el propósito de aspirar a una beca para alcanzar el doctorado en Francia y su desmedido interés fue suficiente para que partiera en 1964 por espacio de dos años a Burdeos. Concluyó y tenía posibilidades de seguir superándose en la Ciudad Luz, pero un hijo la reclamaba en Panamá, adonde decidió regresar para desempeñarse como profesora de Estética en la Universidad Nacional de Panamá.

Al cabo del tiempo, gracias a los vericuetos que reserva la vida, aprovechó la oportunidad de trabajar en la UNESCO. Esta organización le posibilitaría vivir en París y Nueva York, así como en otros países del continente africano.

Las grandes responsabilidades profesionales no frenaron la vocación de la maratonista que exhibe en una larga hoja de servicios su participación en nueve ediciones de la maratón de París, dos maratones de Nueva York, tres veces durante la Maratón "Ciudad de Panamá " y la mencionada carrera en el Campeonato Mundial en Puerto Rico.