Glorias del Deporte Panameño
LLOYD LABEACH
Tiene en su haber el privilegio histórico de ser el único atleta panameño que ha ganado no sollo una medalla olímpica, sino dos. El hecho sucedió en los Juegos Olímpicos de 1948, en Londres, Inglaterra, cuando se agenció terceros lugares en las finales del atletismo en 100 y 200 metros planos.
Hijo de padres jamaicanos que emigraron a Panamá para trabajar en la construcción del Canal, Lloyd nació en 1922. Fue captado por el entrenador Carlos Belisario y en 1946 ganó una beca de estudios en la Universidad de Wisconsin, donde continuaría sus entrenamientos. El frío le afectaba y pasó a la Universidad California en los Ángeles donde mejoró su calidad y al mismo tiempo allí se graduó en 1948.
Por su hazaña en Londres el Gobierno panameño le otorgó la Orden “Vasco Núñez de Balboa”
Sus registros y resultados en pistas de varias latitudes le propiciaron prestigio mundial. Durante los Juegos Bolivarianos de 1951 en Guayaquil, Ecuador, cronometró 10.1 segundos en los 100 metros, marca nunca reconocida por las autoridades del atletismo mundial.
Después de su fructífera vida como velocista se retiró en 1957. En ese entonces, casado y con hijos, tomó la decisión de asentarse en Lagos, Nigeria (África) donde se dedicó al negocio de importación y exportación de productos agrícolas, pero se trasladó a Estados Unidos en los primeros años de la década de los 90.
El Instituto Nacional del Deporte panameño, en nombre del Gobierno Nacional le confirió la Medalla al Mérito Deportivo “Manuel Roy” en reconocimiento a sus dos medallas olímpicas de bronce, hazaña que ningún otro hijo de este país ha alcanzado casi 60 años después.
ROMMEL FERNANDEZ
Fue un excelente futbolista que falleció en accidente del tránsito el seis de mayo de 1993, cuando apenas había cumplido los 27 años de edad. Este delantero de 1,85 metro de estatura y 81 kilogramos de peso había comenzado a practicar el más universal de los deportes a los cuatro años y rápido tuvo sus primeros desempeños en las ligas infantiles de la Plaza Amador.
Más adelante formó parte de los onces Atlético Panamá, Alianza y otros que le ayudaron, no solo a su formación deportiva, sino también desde el punto de vista económico. Era tal su calidad que llegó a jugar en Europa
Muchos recuerdan que durante el II Campeonato Mundial de Fútbol de la Emigración, disputado en 1986, en Tenerife, el espigado Rommel se convirtió en el sublíder de los anotadores, algo impensado por quienes no conocían a plenitud el virtuosismo de aquel delantero
Fue tal la impresión causada por el panameño en esa ínsula de Islas Canarias que casi de inmediato fue contratado para jugar allí y tras dos temporadas, donde marcó ocho y 19 goles, respectivamente, fue motor impulsor para que el Tenerife ascendiera a la Primera División. Se mantuvo en el plantel hasta la campaña 1990-1991, en la que fue comprado por el Valencia CF y posteriormente cedido al Albacete, donde recuperó su olfato para marcar goles cuando la parca de lo llevó en un momento de esplendor al extremo de que era conceptuado como el deportista más importante de Panamá y en merecido tributo los máximos federativos del fútbol nacional adoptaron la decisión de que el Estadio Revolución, pasara a llevar el nombre de Rommel Fernández.
ROBERTO "MANO DE PIEDRA" DURÁN
De origen muy humilde a los 13 años se vio obligado a dejar la escuela para mantener a la familia y para ello enfrentó disímiles y mal remunerados trabajos. El boxeo profesional lo aceptó antes de cumplir los 17 años.
Su despegue sobre el ring fue meteórico al cosechar victorias tras victorias gracias a su poderosa pegada. Ya en 1971 debutó en Nueva Cork con nocao en poco más de un minuto sobre Benny Huertas y posteriormente por la misma vía cayeron el excampeón mundaial Kiroshi Kobuyashi (JAP) y al cubano Ángel "Robinsón" García. Así ganó la oportunidad a enfrentarse al campeón Ken Buchanan.
El 26 de junio de 1972 se produjo la pelea por el título cuando su rival desistió de salir al cuadrilátero para el round 14.
Ya en la tierra que le fue hostil en su niñez lo consideraban un héroe y no era para menos, porque durante los seis años que fue campeón ligero defendió su título 12 veces y derrotó a los aspirantes oficiales. También alcanzó triunfos contundentes en el peso welter hasta ganarse la oportunidad de pelear con el campeón del WBC la nueva sensación del boxeo Ray Leonard, quien perdió por unanimidad ante el panameño en el pleito disputado en Montreal, pero todo fue muy diferente apenas cinco meses después cuando volvieron a chocar, esta vez en Nueva Orleáns, donde Leonard dio excelente disertación.
Otros fracasos le aguardaban en los siguientes dos años hasta que hizo añicos al invicto Davey Moore en el Madison Square Gardem para proclamarse campeón súper welter WBA el mismo día que arribaba a los 32 años de edad. Pasados cinco meses Durán perdía con Hagler la corona de los medios. Pasó año y medio sin escalar a un cuadrilátero; retornó y volvió a escalar posiciones hasta que en 1988 le ganó a Iran Barkley campeón mundial de los medios y volvía a conquistar un cetro mundial 17 años después de ganar su primer título.
Ese mismo año Durán y Leonard volvieron a verse las caras con idéntico resultado a favor del estadounidense. El paso de los años lo condujeron a la inactividad en 1990 y por consiguiente fue desposeído de su título. Resistiéndose a la merma de facultades, Durán retornó en 1991 con revés ante Pat Lawlor. A partir de entonces fueron muchos los traspiés y pocas las sonrisas para “Mano de Piedra” hasta que en junio de 1997 rubricó su último triunfo ante Jorge Castro, en match originado en el gimnasio panameño que hoy lleva su nombre.
MARIANO RIVERA
Poco más de una década como cerrador por excelencia en las Grandes Ligas, este lanzador derecho de 6'2 de estatura y 185 libras de peso, nacido el 29 de noviembre de 1969 en la capital panameña, deviene una de las principales figuras del béisbol que ha producido el Istmo.
Muchos lo consideran un símbolo de profesionalismo, respeto y espiritualidad. Se desempeña con los Yankees de Nueva York y es todo un baluarte para el equipo de la Gran Manzana.
Ha sido merecedor de numerosos premios, entre ellos: Todo Estrella 1997-1999-2000-2001-2002-2004, Babe Ruth Award 1999, Rolaids Relief, como relevista del año 1999-2001-2004 y Más Valioso de la Serie Mundial de 1999.
Entre los más apreciados lideratos se encuentran Campeón en juegos salvados en 1999-2001-2004 y en juegos terminados en 2004. Ha ganado con su equipo nada menos que cinco series mundiales.
Goza de enorme popularidad y sus seguidores lo llaman “Mo.” Ha dado muestras de extraordinaria responsabilidad laboral cuando ha saltado al box prácticamente sin secar las lágrimas producidas por difíciles situaciones personales por las que ha atravesado.
A nivel nacional siempre sus coterráneos lo vieron actuar con el equipo de Panamá Oeste, desempeñándose como campo corto y receptor. En 1989 un buscador de talentos de los Yankees no lo firmó, sin embargo, posteriormente, cuando quiso probar como pitcher, enseguida comenzó a rodar una interesante película como beisbolista profesional, cuyo final depara todavía muchas emociones porque esta gloria del béisbol en el bien llamado Big Show se mantiene con una envidiable efectividad y con nervios de acero.
LAFFIT PINCAY JR.
Más de 9 500 victorias avalan la excelencia de quien es orgullo del deporte panameño en sentido general y del mundo hípico en particular. Nació el 29 de diciembre de 1946 y su estatura es de 5,1 pies y su peso de apenas 116 libras, ideal para un jockey con envidiables méritos cosechados a partir de su primera victoria sobre “Huelen” el 28 de marzo de 1964, pero tres meses más tarde ya triunfaba en el Clásico Independencia, en Estados Unidos, conduciendo a Alucinado II.
En el año del despegue alcanzó vencer en otras 64 carreras, cosechando además 76 segundos lugares y 64 terceros.
Durante la segunda temporada en el Hipódromo Presidente Remón entró en el grupo exclusivo de jinetes que han rubricado más de 200 victorias en un año, tras liderar en 249 de las 696 carreras en que alineó.
Prácticamente es imposible enumerar con detalles una trayectoria tan prolífica, pero justo es mencionar que ha recibido muchos premios a lo largo de su carrera, entre ellos, George Woolf Memorial Jockey Award, el Big Sort of Turfdom Award, el Mike Venezia Award y el Melvin Le Roy Racing and Entertainment, entre otros.
En su haber está el haber ganado 42 estadísticas de jinetes en siete hipódromos de Estados Unidos y es el máximo vencedor de carreras en la historia de los hipódromos de Santa Anita, Hollywood, y Del Mar, ambos en California.
Tengamos en cuenta que logró vencer durante siete carreras en un día, incluyendo seis en forma consecutiva. Igualmente 19 Stakes en una temporada y récord de carreras en un año en Hollywood (148) en Santa Anita (138) y Del Mar (86).
Se convirtió en el primer jinete ganador de 190 millones de dólares en efectivo, superó a Billy Shoemaker como líder en la historia de los hipódromos de Santa Anita y Hollywood Park, en 1992.
Fue incorporado al Salón de la Fama en 1975, cuando había vencido en 2 451 carreras; ganó 4 carreras de la triple corona: Kentucky Derby, una vez con Swale en 1984; Belmont Stakes. Tres años seguidos con Conquistador Cielo (1982), Caveat (1983) y Swale (1984).
EILEEN MARIE COPARROPA ALEMÁN
Es, quizás, una de las figuras del deporte panameño que más gloria le ha dado al país, gracias a una fructífera carrera como nadadora. A partir de los ocho años, cuando alcanzó su primera victoria en República Dominicana, comenzó un ascenso meteórico porque ella nació para batir marcas.
La llamaron reina de la velocidad en Centroamérica y el Caribe, también en América del Sur y en los Juegos Bolivarianos. Fue la segunda más rápida en América.
Devino en 1998 primera panameña en conquistar dos medallas de oro en Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1998.
Igualmente fue primera ondina del Istmo en ganar medalla en Juegos Panamericanos, específicamente en 50 metros libres. En fin, su abarcadora trayectoria está enriquecida con la conquista de más de 600 medallas de oro en competiciones a distintos niveles y en diferentes naciones.
Ha recibido numerosos honores, entre ellos que desde 2003 la antigua piscina Patria se honra en llevar el nombre de esta “sirena de oro”. Fue condecorada por el Gobierno Nacional con la Orden Manuel Amador Guerrero en el Grado de Gran Comendador.
Ha sido portadora del estandarte panameño en varios juegos regionales, así como en los Juegos Olímpicos en Atlanta '96 y Sydney '00 y Atenas '04, donde llegó a semifinales en los 50 metros libres. Fue seleccionada consecutivamente desde 1996 hasta el 2000 como Atleta Femenina del Año y ha intervenido en numerosas campañas dirigidas a luchar contra flagelos que corroen a la juventud, como son las drogas y otros vicios.
JULIO CÉSAR DELY VALDÉS
Mejor deportista panameño del siglo XX. Ha militado en diferentes clubes de fútbol internacionales, entre los cuales pueden citarse al Argentinos Juniors, Nacional de Montevideo, Cagliari, Paris Saint-Germain, Real Oviedo y Málaga CF.
En 1992 jugando con el Nacional ganó la liga de fútbol uruguaya, mientras en el Viejo Continente devino eje en los triunfos durante la Recopa y la Supercopa de Europa con el París Saint-Germain, así como de la Copa Intertoto, con el Málaga CF equipo donde aparece como el máximo goleador en su historial.
En la selección nacional de fútbol de Panamá es uno de los mayores goleadores. Ha participado en las fases de clasificación para la Copa del Mundo desde 1990 hasta 2006. Participó con el equipo de Panamá en la Copa de Oro de 2005, donde logró el subcampeonato.
Tras un impresionante historial como jugador, comenzò en mayo 2006 a ejercer como entrenador. Recordemos que Julio debutó con 15 años en la Primera División panameña defendiendo los colores del Atlético Colón, pero pronto el nivel se quedó pequeño para su talento.
Por eso, en 1993 cruzó el Atlántico para militar en el Cagliari italiano. Tras dos temporadas en Cerdeña, volvió a cambiar de aires para vestir la camiseta del Paris Saint-Germain. Disputó 84 partidos oficiales y anotó 29 goles en las dos temporadas en que defendió los colores del club parisino, con el que ganó una Liga y una Recopa de Europa.
Cuando muchos pensaban que comenzaba el declive jugó con el Oviedo de la Liga Española e intervino en 103 juegos durante tres años, marcando 39 goles. De ahí, al Málaga, donde se convirtió, con 38 tantos, máximo goleador en la historia de ese elenco.
Pasó al Nacional de Montevideo donde perforó 8 dianas en un semestre y la afición esperaba más de este grande del fútbol panameño de todos los tiempos que goza de un privilegio: de él siempre se habla en presente.
ISMAEL LAGUNA
Integrante del Salón de la Fama del Boxeo Mundial desde el 10 de junio de 2001, en Canastota, Nueva York, Estados Unidos. Por consiguiente su nombre pasó a engrosar un listado donde aparece un selecto grupo de boxeadores panameños que ha logrado esa distinción.
Es, entre los campeones mundiales, el más joven que en el mundo ha logrado tamaña distinción, hecho que lo sitúa entre los encumbrados de todos los tiempos en la historia del pugilismo rentado.
Tenía 12 años cuando limpiaba zapatos, vendía periódicos y gustaba defender de las felonías de los mayores a sus amiguitos más chicos. Ese fue el despegue en el boxeo de este panameño nacido el 28 de junio de 1943 y que gustaba rondar los gimnasios de la ciudad de Colón.
Fue el 10 de abril de 1965, cuando ganó por decisión el cetro mundial, como peso ligero de 135 libras contra el boricua Carlos Ortiz. Así comenzó una trayectoria entre los mejores de su división, porque el propio Ortiz le arrebató el título en pelea revancha un tiempo después.
Laguna, cinco años más tarde, recuperó la faja con nocaut sobre Armando “Mando” Ramos, pero nueve meses después lo perdió de nuevo ante el escocés Ken Buchanan.
El dolor fue tan inmenso que decidió retirarse del boxeo a los 28 años de edad en septiembre de 1971. con el inmenso privilegio de haber sido dos veces campeón mundial y, sobre todo, de haber recibido en todo momento el cariño, admiración y respecto de su pueblo que todavía valora en su justo lugar las hazañas de quien supo honrarlo.
DAVIS PERALTA
A los 12 años ya jugaba minibaloncesto y cinco años después, en la primera división estableció record de anotación para una temporada con 787 puntos y en un partido, con 45 puntos.
De pequeña estatura, pero con unas habilidades extraordinarias, pronto se convirtió en un artífice de los tiros libres, departamento que lideró en el Campeonato Centroamericano, Tegucigalpa-Honduras, con promedio de 50-43 y al año siguiente, en Guatemala, marco 47 en 50 intentos.
En los XIX Juegos Olímpicos en México '68 se erigió mejor anotador con 217 puntos en 8 partidos. En ese entonces el defensa nacido el 15 de junio de 1948 en el barrio El Chorrillo, se hallaba en el esplendor de una carrera fructífera desde todo punto de vista.
Con sus 1.78 metro de talla y después de intervenir en infinidad de competiciones internacionales de baloncesto y conquistar numerosos lauros, entre ellos una medalla de oro en los VI Juegos Bolivarianos, Peralta Checa se retiró en 1978 después de disputar los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín, Colombia.
Siempre se ha mantenido ligado al deporte y en todo momento ha gozado del cariño, respeto y admiración del agradecido pueblo que lo vio nacer. Recordemos que recibió el honor de cortar la cinta en la inauguración del Gimnasio Nuevo Panamá, el 12 de febrero de 1970 (actualmente Gimnasio Roberto “Mano de Piedra” Durán”) y posteriormente ejerció como Director Regional del Instituto Nacional de Deportes en David de 1973-1975.
Resultó condecorado con la Orden Vasco Núñez de Balboa, INDE, Comité Olímpico de Panamá y fue merecedor de las Llaves de la Ciudad, en 1978 y desde 1995 hasta 1996 se desempeño como Director de Deportes y Recreación del Municipio de Panamá.
Ha ocupado otros importantes cargos y ha representado al movimiento deportivo panameño en visitas a varios países con el objetivo de buscar fórmulas, sobre todo para tratar de que el baloncesto retorne a planos estelares, cuestión que la exigente y conocedora afición local añora porque sabe perfectamente que en el Istmo hay suficiente material humano para salir adelante en el sano empeño que muchos de han trazado.
PEDRO “MAGO” RIVAS
Este excelente basquetbolista nació en la provincia de Colón, considerada con mucho basamento como Cuna de Campeones de la República de Panamá. Durante diez años, a partir de 1966 formó parte activa del seleccionado nacional de baloncesto en una época que muchos consideran la mejor que ha tenido este deporte en el Istmo. Junto a Davis Peralta formó una insuperable pareja e individualmente fue seleccionado en los conjuntos todos estrellas de numerosas competiciones de alto nivel internacional como por ejemplo en el quinteto estelar de América durante el Campeonato Mundial que tuvo por sede a Yugoslavia, en1970. También tuvo el honor de integrar el conjunto panameño que compitió en los Juegos Olímpicos en México '68.
En su terruño natal comenzaron a apodarle “Mandrake” y “Mago”, en correspondencia a sus relampagueantes desempeños ofensivos sin embargo, viviendo en Colón bajo las condiciones económicas que históricamente azotan a esa provincia de predominante etnia afrohispana, estuvo obligado a suspender sus estudios en favor de una oferta del equipo Sporting Cristal de la liga de baloncesto de Uruguay. Fue tanta la nostalgia que lo embargó que su estadía en el país suramericano solo se extendió a una temporada
Durante el poco tiempo que estuvo en Uruguay fue bautizado como "El Embajador del baloncesto panameño". Fue tanto lo que impresionó que allí le ofrecieron ciudadanía, pero "El Mago" optó por retornar a su querido Panamá y defender los colores nacionales.
Según ha confesado el otrora jugador, el comentario periodistico que mayor influencia tuvo sobre su decisión de producir la obra "Dos Puntos..." "El Mago" Rivas", fue el elaborado por un periodista de Colombia respecto a su desempeño en los Juegos Olímpicos en México, donde plasmó: "Si el mañana convierte la actuación de Pedro "El Mago" Rivas en una simple estadística, ese mañana será injusto con la historia del baloncesto panameño y de América".
Rivas junto a sus compañeros de la selección nacional se erigieron primeros en obtener una medalla de bronce en baloncesto a nivel de Juegos Panamericano; los primeros en participar en dos campeonatos mundiales, mientras como anfitriones se agenciaron par de medallas de oro, una en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y la otra en los juegos Bolivarianos.
CORNELIO VELÁSQUEZ
Sobresaliente figura del hipismo en Panamá con destaca fundamentalmente en el circuito de la Florida, en los Hipódromos de Calder y Gulfstream, y ha obtenido en nuestro medio 1,624 victorias.
El 13 de diciembre de 1984, apenas una semana después de producirse su debut como jinete, ganó su primera carrera montando al ejemplar Riqui, Riqui y en 1985, fue nominado como el aprendiz del año, rompiendo las marcas existentes por un aprendiz en el Hipódromo Presidente Remón, record que aún no ha podido ser sobrepasado.
Con esa condición ganó los Clásicos Sindicato de Jinetes, José y Antonio Alessandría, Sociedad de Dueños de Caballos, Generoso Simons, Empleados de Corral, Tomás Gabriel Duque y Tomás Gabriel Altamirano Duque, República de Perú, Simeón Allen y Felipe Motta.
Durante las siguientes temporadas mantuvo un impresionante ritmo de victorias sobre diferentes equinos, pero posee la marca especial de mayor ganador de carreras en un día, hecho ocurrido el 14 de junio de 1987, cuando selló 7 victorias en una tarde. En el Hipódromo Presidente Remón, montó en 6 234 ocasiones, logrando 1 624 ganadoras, y 1 175 segundos lugares, 919 terceros, 738 cuartos puestos y 623 quintos y en ese lapso ganó cerca de seis millones de balboas. Se encuentra radicado en Estados Unidos y algunos especialistas opinan que sus mejores resultados están aún por producirse.
TEÓFILO “PANAMA AL BROWN”
Nació en Panamá el 5 de julio de 1902 y más de un siglo después todavía se recuerdan sus hazañas, sobre todo la más importante de todas porque se convirtió en el primer púgil latinoamericano en ganar un título mundial cuando disputó la faja mundial gallo al español Vidal Gregorio, derrotándolo por decisión en 15 asaltos, en el Queensboro, Club, en pelea dirimida el 18 de junio de 1929.
En su condición de monarca universal realizó un total de once defensas, combatiendo en las principales ciudades de Europa, hasta que perdiera el título el 1 de junio de 1935 en Valencia, España, ante el español Baltasar Sangchilli.
El Coliseo Arena de Colón se honra con llevar el nombre de este legendario boxeador que se dio a conocer primero como Kid Teófilo y como tal ganó la faja de los moscas a Salior Patchell, emigrando después a Nueva York, Estados Unidos, donde perdió con ese mismo rival durante una amañada decisión.
Fue tal la decepción que buscó refugio en el Paris de sus sueños, donde se encontró con un protector nombrado Jean Costeau. El hombre múltiple de las letras francesas, poeta, dramaturgo, novelista, ensayista lo tomó a su cargo y lo mantuvo entrenando hasta que de nuevo concertó otro pleito frente a Sangchilli.
Brown, hizo una de las mejores peleas de su vida derrotándolo por decisión, pero ya en América habían sentado en el trono a la “Araña Negra” Sixto Escobar, y no quisieron reconocer al panameño como campeón, aunque si lo reconocieron en el Viejo Continente.
Legó resultados interesantes que fueron a los récords porque en casi seis años con el título tuvo nada menos que 11 defensas. En su carrera realizó 156 combates, de los cuales ganó 58 por nocaut y 62 por decisión, y 3 por fouls, con 12 empates y 15 derrotas por decisión.
Brown murió en Nueva Cork el 11 de abril de 1951 en medio de precaria situación económica. Años más tarde sus restos fueron trasladados a la capital panameña donde el pueblo le rindió los honores que merecía este grande del boxeo de todos los tiempos que mucho tiempo después de su desaparición física, exactamente el 7 de junio de 1992 ingresó al Salón de Fama, en la metrópoli neoyorquina.
RODNEY CLINE CAREW
Este beisbolista panameño nacido el 1 de octubre de 1945 se llenó de honores cuando en 1991 fue el primer elegido de su país y el tercero de Latinoamérica para integrar el Salón de la Fama en Cooperstown, pero antes, en 1967 fue nominado Novato del Año de la Liga Americana y una década después, la de Jugador Más Valioso de la Liga Americana
Poderoso como bateador con average superior a los .300 durante 15 temporadas consecutivas y que obtuvo siete lideratos de bateo en la propia Liga Americana, aparece por derecho en la selecta lista que incluye a Ty Cobb, Cap Anson, Honus Wagner, Stan Musial y Ted Williams.
Muchos le recuerdan por su agilidad en el robo de bases donde destacó especialmente en la estafa de home, hazaña lograda con éxito durante su carrera en 17 ocasiones y sobresalió de modo particular en 1969 cuando lo hizo efectivo en 7 intentos.
Justo es reconocer asimismo que devino también el mejor tocador de bolas de su era, pero nunca fue un virtuoso de la defensiva, por lo que al final de su carrera fue trasladado de la intermedia a la primera base.
Este hombre que fue escogido para intervenir un total de 18 veces en Juegos de Estrellas, tuvo su mejor año 1977 en cuya temporada rondó los .400 puntos para concluir la misma con envidiable .388, el más alto promedio desde que Ted Williams registró idéntica marca en 1950.
El panameño pasó en los finales de los años 70 a las filas de California, equipo donde militó por espacio de otras siete campañas y defendiendo los colores de ese elenco tuvo el privilegio de completar su incogible número 3 000 motivo más que suficiente para que poco después diera por terminada una excelente carrera en el béisbol que había comenzado cuando apenas tenía 16 años y se mantuvo en activo durante 19 campañas en el bien llamado Big Show.
IRVING SALADINO
Nacido en Colón el 23 de enero de 1983 este saltador de longitud se ha colocado entre los mejores del universo y puede decirse que 2006 significa su año de consagración definitiva y de salto hacia la elite. Ello comenzó a reafirmarse con la medalla de plata que rubricó durante su último intento donde marcó 8.29 metros en el Campeonato Mundial en sala techada que se realizó durante la primera quincena del tercer mes del año.
Entrenado por Delyo Moura, este espigado joven que ha pasado de la promesa a la realidad, consiguió de pronto otros resultados de nivel que lo han colocado entre los mejores del ranking del planeta.
Recordemos que en el Gran Premio Río de Atletismo 2006, logró una de las mejores marcas de la temporada y de paso hizo trizas el récord sudamericano con registro de 8.56 metros y apenas unos días después volvió a demostrar su valía en certámenes de rango como los grandes premios de Fortaleza y Belem, donde dominó de manera coincidente con estirones sucesivos de 8.47 metros.
Con justificadas razones y avales deportivos, fue objeto de un merecido reconocimiento donde recibió la designación oficial como Embajador Deportivo de la República de Panamá, según la Resolución Ejecutiva No 8 del 23 de mayo de 2006, documento rubricado por Martín Torrijos Espino, Presidente de la República.
La certificación oficial que acredita a Irvin Saladito fue recibida por el abnegado ableta de manos del director del Instituto Nacional de Deportes, Ing. Ramón Cardoze.
Durante el solemne acto estuvieron presentes el Presidente de la Federación de Atletismo, Ricardo Saso; Aníbal Reluz, Director Técnico de Deportes, David Saladino (su padre), Cristina de Saladino (la madre) y su entrenador el sobresaliente especialista brasileño Nelyo Moura.
“No tengo palabras para agradecer este gesto. Soy un atleta que quiere darle mucho a su país y agradezco todos estos detalles. Nunca pené recibir tanto y quiero darle las gracias al pueblo panameño.”
Lejos estaba de imaginar este atleta nacido en Colón que iba a participar en unos Juegos Olímpicos, tal como lo hizo en la cita escenificada en Atenas '04 y con 21 años presentó credenciales aunque no pudo colocarse entre los primeros 20 “canguros”
Con posteriores desempeños ha logrado borrar de las listas uno de los récords nacionales más viejos del mundo, porque databa del 2 de marzo de 1946, es decir, ¡de hace sesenta años!
Su autor, con una marca de 7,42 metros fue el velocista Lloyd La Beach, el héroe del deporte panameño, dos veces medallista olímpico de bronce, en 100 y en 200 metros, con ocasión de los Juegos de Londres 1948.
Con sus resultados en el gigante país suramericano, donde entrena cotidianamente, pasó a ser dueño del récord de esa región con un salto de 8.56 metros.
Se erigió, además. Ganador de la medalla dorada en los Juegos Iberoamericanos en San Juan, Puerto Rico con un salto de 8.42.
El atleta panameño Irving Saladino está consciente de que la disciplina en sus entrenamientos, unida a una adecuada nutrición constituyen la clave de sus triunfos en las distintas competiciones a nivel internacional.
El atletismo y en particular el salto de longitud tienen en este deportista panameño a un valor que solo está comenzando a cosechar victorias. En el futuro serán superiores sus triunfos y por consiguiente también está llamado a mejorar hasta marcas insospechadas sus respetables resultados que en breve lapso lo colocaron segundo en el constantemente variable ranking del mundo.